Uno de los espacios de diversión
más representativos al norte de la Colonia Juárez, es el Bar Milán, el cual se ha
labrado un nombre en la movida nocturna chilanga gracias a su buen servicio,
excelente selección musical, pero sobre todo a sus famosos mojitos.
En la antigua casona de
principios del siglo XX marcada con el número 18 de la calle de Milán, estaba
hace más de dos décadas atrás la Galería de Arte Mexicano, la cual en 1992 a raíz
de un sueño pretencioso y seductor, se amplió y transformó en un espacio
cultural multidisciplinario, pues surgió lo que podemos denominar como colectivo
“El Milagro”, en dónde Mariana Pérez Amor
junto con Tolita Figueroa, Lorena Maza y Daniel Giménez Cacho entre otros, dieron
vida a un proyecto editorial y teatral que incursionó en la escena de la colonia
Juárez de los años 90´s.
Sobre el teatro y la editorial “El
Milagro”, prometemos hablar en otra entrada, pero no podemos dejar de
mencionarlos pues el que hoy conocemos afectuosamente como “El Milán”, nació por
varias razones; una fue el recabar recursos y financiar a la editorial y al
teatro gracias a los ingresos del bar, otra muy importante la de brindarle a la
Ciudad de México un espacio diferente a los de la época, en el cual no se cobrara
un cover para entrar, no se exigiera la compra de una botella para asignar mesa
(las pocas que hay), la música oscilara del rock en español a los clásico del
rock/garage internacional y sobre todo no se distinguiera a las personas por el
look o vestimenta; en pocas palabras, un santuario para quienes quieren
escuchar buena música a un volumen razonable, a buenos precios (la propina
viene incluida en el precio de los tragos) y en un ambiente sin juicios y
prejuicios.
El bar Milán fue inaugurado el 17
de diciembre de 1992, nunca se le ha hecho publicidad ni promoción al lugar; es
más ni siquiera tiene un anuncio o un letrero con el nombre del bar, uno se
da cuenta que llegó porque ve jóvenes entrando o saliendo, un valet parking y
ya más entrada la noche, el insustituible carrito de hot dogs.
Como mencionamos su
especialidad son los mojitos, pero, sus experimentados barman´s hacen martinis,
manhattans y demás cocteles impecables. Pero si aún no has ido al Milán, hay un
dato importante antes de acercarte a la iluminada barra de ónix diseñada por Alejandro
Escalante, que es el concepto de “Los Milagros” los cuales son billetes tipo “turista
o panchólares” que tienen un tipo de cambio 1 a 1 con los pesos, y los cuales
debes de comprar al fondo del bar.
Muchos recomiendan comprar solo
lo justo que piensas consumir, pero el que te queden “milagritos” en la billetera
es un buen pretexto para regresar un jueves de mojitos al 2 x1.
Como dato cultural les comentamos
que el impresionante nopal perlado que está detrás de la barra principal, es creación
de María y Tolita Figueroa, que se hizo con la ayuda de más de 60 personas en
un plazo de 17 semanas.
Así que si tienen ganas de un
rico mojito, escuchando clásico del rock en español sin quitarse los tennis o
de la corbata después de un día godinez, en un ambiente nada pretencioso pero
con mucha buena vibra, este referente de nuestra colonia es una buena opción
para el pre copeo o la fiesta nocturna, ya que a las 2 de la mañana tocan la
campanita que indica que la barra está por cerrar, así que apurarse porque es hora
de volver a casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario